Razones por las que debes incluir el yogur en tu dieta

¿Sabías que el yogur, además de ser un excelente alimento, puede contribuir en gran medida a hacerte avanzar en tus entrenamientos? Veamos por qué.

Cuando realizas ejercicio intenso tus músculos sufren desgaste y necesitan nutrientes que les ayuden a recuperarse. Al iniciar este proceso de reparación, consistente en cicatrizar las microrroturas que se producen en las fibras musculares, éstas crecen para hacerse más resistentes de cara a posteriores esfuerzos. En este proceso es cuando tus músculos crecen, ganando en fuerza y resistencia.

Pues bien, los nutrientes que nuestros músculos necesitan son sobre todo carbohidratos y proteínas, y el yogur es un alimento muy rico en estos aportes nutricionales.

¿Cuál es el origen del yogur?

El término yogur tiene su origen en el verbo turco yoğurmak, que significa amasar, ya que así se elaboraba en un principio. De todos modos, probablemente el origen del producto sea muy anterior a la cultura de Turquía, existiendo pruebas de la elaboración de este producto lácteo que datan de hace al menos 4000 años.




Como con tantos otros hallazgos de la Humanidad, la invención del yogur seguramente se debió a una casualidad, cuando la leche que se almacenaba en recipientes de piel de cabra acababa fermentando de forma espontánea. Una vez se empezó a dominar su proceso de elaboración, en sus inicios éste se transmitía de generación en generación, sin estar demasiado claras las condiciones ambientales necesarias ni las bacterias que intervenían en la fermentación de la leche. Fue hace relativamente poco cuando, gracias a los avances científicos, pudieron concretarse todos los elementos necesarios para elaborar un yogur de calidad de manera industrial, por lo que su uso se extendió a todo el mundo. Además, se descubrió que es la excelente fuente de hidratos de carbono y proteínas animales que te hemos comentado, fundamental para complementar el entrenamiento más exigente.

La intolerancia a la lactosa no es un problema

La pregunta del millón es: ¿deben privarse de un alimento tan excepcional como el yogur las personas que padecen algún tipo de intolerancia alimentaria como la intolerancia a la lactosa?
La respuesta, afortunadamente, es no. Y la explicación reside precisamente en el fenómeno que da lugar al yogur: las bacterias encargadas de fermentar la leche para convertirla en este producto tan saludable utilizan para ello la lactosa, convirtiéndola en ácido láctico. Y como sus fermentos llegan vivos al intestino ayudan a romper y digerir la poca lactosa que queda en un yogur, apenas 4 gramos, convirtiendo al yogur en un excelente aliado para aquellas personas que padecen mala digestión de la lactosa.

Si alguna vez te has preguntado cómo se consiguen el sabor único, textura y propiedades saludables del yogur, te sorprenderá saber que es gracias a la acción de estos fermentos que acabamos de comentar.

En definitiva, si quieres que tu dieta sea lo más saludable posible, el yogur no puede faltar en tus postres. Y como sabemos que eres amante del deporte ya no hay excusa que valga, ni siquiera la intolerancia a la lactosa. ¡Toma al menos un yogur al día y empieza a notar sus beneficios!

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