Los hidratos de carbono (o carbohidratos) son importantes por la energía que producen para tu cuerpo y puedes encontrarlos en productos como la pasta o el pan. Eso sí, debes tener en cuenta que no siempre necesitas tanta energía, sobre todo si tienes un ritmo de vida lento o directamente practicas el sedentarismo. Si consumes muchos hidratos de carbono y no practicas deporte a diario -o no el suficiente-, tienes un excedente de energía totalmente innecesario. Esto es importante señalarlo porque no es lo mismo ser un ciclista profesional (que hace decenas y decenas de kilómetros a diario y que necesita toda esa energía) que ser una persona que trabaja en una oficina.
Evidentemente, no se trata de renegar absolutamente de los hidratos de carbono, pero sí consumirlos en su justa medida y a sabiendas del ritmo de vida que tiene cada uno. Controlar este aspecto de la alimentación puede ayudar a estabilizar y/o disminuir nuestro peso. Puedes llevar a cabo una dieta compuesta principalmente por hortalizas y verduras frescas, frutas, carnes magras, pescados, huevos, leche y productos lácteos.
Tenemos que ser conscientes de que si practicamos un deporte, aunque sea de manera esporádica, tenemos que tener una reserva suficiente de energía para poder rendir. Y esa energía, repetimos, la obtenemos de los carbohidratos. Si nuestra reserva de energía es la adecuada, en el momento en que hacemos un esfuerzo físico, nuestro cuerpo recurre a esa energía, y cuando se agota va directo a las reservas de grasas. Es en ese momento en el que comenzamos a dar el primer pasito para adelgazar.