Cambiar la dieta y los hábitos de ejercicio requiere de esfuerzo, no cabe duda. No es fácil porque los malos hábitos han sido adquiridos desde hace años y difícilmente se pueden borrar en pocas semanas. Necesitas voluntad, disciplina, motivación... Sabes lo que tienes que hacer, pero no basta con saberlo: tienes que actuar. Olvida eso de esperar a año nuevo, a después del verano o al lunes para comenzar a hacer deporte y a cuidarte. Hazlo ya. Esta es una carrera a largo plazo y tenemos que aplicar aquello de "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". No vas a conseguir lo que quieres en una semana. Ni en dos. Ni siquiera en tres meses. Es por esto que debes ser paciente para no hacer como todo el mundo, o sea, abandonar. Si lo haces, no vas a ir a mejor, sino a peor. En cambio, si sigues haciendo deporte y cuidándote obtendrás resultados. ¿Verdad que entonces te sentirás contento y feliz por el esfuerzo que has hecho? Además, ¿qué son tres o cuatro meses de tu vida? ¡Si lo piensas bien, se pasan volando!
