La cinta de correr es un excelente aparato para realizar ejercicio físico dentro de casa. Sin embargo, tal vez sientas que deseas correr al aire libre. Quizás porque el clima ha mejorado, vives en un lugar más seguro, tienes tiempo libre que antes no tenías o simplemente quieres disfrutar del paisaje y del aire fresco.
Sin embargo, pasar de la cinta de correr al ejercicio fuera de casa no es tan simple como cambiarse de ropa y salir. Hay algunas consideraciones que debes tener presente para evitar dificultades. Primero, ten en cuenta que el terreno, la elevación y el impacto de las articulaciones contra el suelo van a ser irregulares y distintas a lo que haces normalmente.
Eso significa que muy probablemente tendrás que realizar mayores esfuerzos que antes. Por ello te aconsejamos que al principio, no corras el mismo tiempo que hacías en la cinta. También deberías reducir la velocidad hasta que te acostumbres, la resistencia del viento y las dificultades del terreno pueden perjudicar tu velocidad.
Por otro lado, te aconsejamos empezar a correr en terreno blando como césped o tierra, ya que las superficies de piedra o asfalto tiene un mayor impacto sobre las articulaciones. Asimismo, corre sobre terreno plano hasta que te acostumbres, y por supuesto, no olvides tomar precauciones de seguridad, como no aislarse completamente con audífonos, usar ropa reflectante de noche y tener un teléfono celular a la mano.