Comer sano no significa torturar a tu estómago solo con verduras. Cambia ese concepto: comer rico y de forma saludable. Aquí unos consejos para lograrlo:
- Planea tus comidas por adelantado: selecciona qué alimentos incluir en tu dieta y las proporciones para su consumo. Luego, haz un registro de ellos para que puedas controlar las calorías de tu dieta.
- Come cuando tengas hambre: es mejor calmar la ansiedad con alimentos saludables (como las frutas, ensaladas, cereales, el yogurt o la gelatina) en vez de esperar la hora de la comida para devorar todo lo que encuentres.
- Come en plato pequeño: Te ayuda a tener un mejor control de las porciones de tus alimentos.
- Ten cuidado con las bebidas: el café, las bebidas deportivas y los refrescos tienen muchas calorías vacías que en vez de calmar tu sed, hacen desees probar más.
- Traza objetivos a largo plazo: Prefiere una dieta saludable a largo plazo que una dieta que te tenga en un estado de hambre permanente.