Ya sea por trabajo o por falta de costumbres, a muchas personas les es difícil incluir las frutas en la dieta. Bueno, te damos un ejemplo de cómo distribuirlas en tus alimentos diarios:
- Desayuno: En el desayuno puedes comer una fruta fresca o un zumo de frutas, sin azúcar.
- A media mañana: Prueba una fruta.
- En el almuerzo: Puedes optar por una ensalada variada, un plato de verduras u hortalizas, 1 vaso de gazpacho y 1 Fruta de postre.
- En la merienda: 1 Fruta fresca.
- Y finalmente en la cena: una ensalada variada, un plato de hortalizas cocinadas: y un plato a base de pescados, huevos o carnes muy magras, y de postre una fruta.